Los mejores tratamientos para rejuvenecer tu mirada

La mirada es un elemento muy importante de nuestro lenguaje corporal. Nos ayuda a expresar nuestras emociones con la comunicación no verbal. Es fácil saber si una persona está triste, cansada, feliz o emocionada sólo mirándola a los ojos.

¿Pero qué sucede si todos los días tenemos el mismo aspecto? Si da igual las horas que durmamos que todo el mundo nos pregunta qué nos pasa, si estamos cansados o tristes. Lo que sucede es que ha llegado el momento de plantearnos una operación de párpados, una cirugía sencilla de carácter ambulatorio.

Los ojos tienen una de las pieles más delgadas del cuerpo y los párpados son una de las zonas donde se empiezan a notar los primeros signos de envejecimiento. Con el paso de los años, comienzan a aparecer arruguitas en las famosas “patas de gallo”, la piel del parpado superior empieza sobrar y cada vez resulta más difícil pintarse. En el párpado inferior la piel se vuelve laxa y las bolsas de grasa sobresalen cada vez más.

La blefaroplastia superior es una intervención quirúrgica, que se realiza con anestesia local, y que consiste en eliminar la piel sobrante del párpado superior. La cicatriz se oculta completamente en el pliegue natural que se forma al abrir los ojos. No requiere cuidados en el postoperatorio, y si no fuera por los pequeños “morados”, se podría hacer vida normal al día siguiente.

Si el problema son las bolsas que se empiezan a marcar en el párpado inferior, lo indicado es una blefaroplastia inferior transconjuntival. A través de una pequeña incisión por dentro del párpado, se accede a los compartimentos donde están las bolsas y se extraen. La anestesia es local y sedación, tampoco necesita ingreso. Se recomienda reposo relativo durante los primeros 3-5 días y la incorporación al trabajo es tras una semana ó 10 días. Este procedimiento no deja cicatriz visible.

Las arrugas de las “patas de gallo” tienen fácil solución. Las inyecciones de toxina botulínica consiguen eliminarlas, atenuando la piel y mostrando un aspecto tonificado y terso. Nuestros profesionales te examinarán el rostro y tu expresividad para asegurarse un efecto rejuvenecedor y armonioso sin modificar la expresión natural de tu mirada. Se realiza en la consulta sin necesidad de ningún tipo de anestesia.